martes, 17 de agosto de 2010

MI RÍO.

Guadalquivir a su paso por Coria del Río.
Majestuoso en su discurrir, dándole vida a mi pueblo y una gran historia recuerdo de sus orillas.

Quinto río por extensión de la península ibérica, el cual da vida a ciudades como Jaén, Córdoba, Sevilla y Cádiz. Su cuenca hidrográfica comprende territorios de las ocho comunidades andaluzas y algunas comarcas de Murcia, Albacete, Ciudad Real y Badajoz.



Orillas, donde descansan juncos y se mecen eucaliptos,
con la mano de la suave brisa ribereña.









Atardece en mi pueblo,
todo se hace oscuridad,
me siento a ver mi río
y ver sus aguas brillar.
Entre eucaliptos y juncos
veo a la luna jugar
con los albures plateados
que saltan para llegar
a dar un beso a la luna
para verla sonrojar,
antes de que amanezca
cuando empieza a clarear
y los pescadores Corianos
salgan a faenar.
Enrique M. Palacios González, 2010.




Río donde la naturaleza nos sorprende con imágenes de vida y muerte,
donde los más fuertes son los que resisten.

"A mal tiempo, buena cara".


Barca típica de mi pueblo.
Con las manos agrietadas por el frío y
las rugosas cuerdas de sus redes,
los sufridos pescadores nos hacen llegar,
para deleite de finos paladares, los famosos:
"albures" y "camarones".



Río, donde cruzan las carretas, las que van para el Rocío.....
Gran tradición, que llena de fe y devoción a todas las hermandades
que cruzan por nuestro río. Llegando a mi pueblo para su pernocta,
sesteo o simplemente para pasar por nuestras calles camino
de la aldea.

"Ya estamos en Coria, comienza a oler a marismas".

Río navegable, por donde pasan gran cantidad de barcos de transporte.
Tiene 650 Km. de curso, un elevado caudal y es el único río de España navegable hasta
una ciudad importante como Sevilla.


"... nadie ose entrar por voluntad sino por necesidad,

porque el hombre que navega, si no es por descargo

de su conciencia; por defender su honra, o por amparar

la vida , digo y afirmo que el tal o es necio, o esta aburrido,

o le pueden atar por loco."

(Antonio de Guevara, 1539, "El arte de marear")